La inmersión de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en nuestro día a día, ha generado un gran interés en la comunidad científica. Al haber causado un impacto mayor en los niños y adolescentes, las TIC también representan un foco de estudio en el ámbito de la pediatría y de la psicología clínica infanto-juvenil.

Aunque existen numerosas líneas de investigación científica, hoy nos gustaría hablarles de la influencia del uso de las TIC en la calidad del sueño de niños y adolescentes.

En los últimos años, ha habido un incremento de artículos médicos que destacan la influencia de los smartphones, tablets y otros dispositivos en el patrón de sueño. Uno de los factores más influyentes es la intensidad de la luz que emiten sus pantallas (Kozaki, Kubokawa, Taketomi & Hatae, 2015). Por lo que, actividades como mirar una película o usar el teléfono durante la noche pueden provocar una desincronización del ritmo vigilia/sueño, ya que alteran los niveles de melatonina (hormona reguladora de los ritmos circadianos). Asimismo, la distancia  entre los ojos y el dispositivo es un factor relevante. A mayor cercanía, más estimulación lumínica y mayor promoción del estado de alerta en lugar de descanso.

También es importante el tiempo de exposición a las pantallas (Enderson, Economos & Must, 2008). Teniendo en cuenta que la “American Academy of Pediatrics” recomienda no superar las 2 horas de uso al día, este tiempo es superado por un 65% de los niños/as entre los 4 y los 11 años. Aunque las niñas les dedican más tiempo, el tiempo aumenta con la edad y especialmente con la llegada de la adolescencia.

Un mayor uso (frecuencia), por ejemplo de los videojuegos y de la televisión (especialmente el uso nocturno), está asociado a menor tiempo de sueño y un retraso en la hora de ir a dormir (Nuutinen, Ray, Ross, 2013). El despertar precoz y las dificultades para conciliar el sueño son las alteraciones más comunes causadas por el uso del móvil y la televisión (Arora, Broglia, Thomas & Taheri,  2013).

En conjunto, las investigaciones relacionan de manera negativa el uso frecuente y duradero de las TIC con la cantidad y la calidad del sueño. Por ello, es importante seguir algunas indicaciones que ayuden a fomentar mejores hábitos de sueño.

Tips para mejorar los hábitos de sueño en relación al uso de las TIC:

– Situar (si es posible) la televisión y los ordenadores en un espacio que no sea el dormitorio.

– Reducir el tiempo de exposición, procurando que no se superen las dos horas diarias.

– Limitar el tiempo de acceso a las TIC, especialmente durante la noche (incluidas las horas antes de irse a dormir).

– Disminuir el brillo de las pantallas (suavizar la intensidad lumínica)

– Aumentar la distancia entre los ojos y la pantalla del dispositivo.

Dra. Vanessa Renau